Existen diferentes tipo
de suplementos según nuestras necesidades, lo explicamos.
Falta de energía:
Ante episodios de falta de energía, debemos tener claro que la
ingesta de hidratos de carbono y glucosa ha sido la correcta.
Podremos ayudarnos con una suplementación rica en creatina y
cafeína. No obstante, sería necesaria una consulta con el médico
especialista en medicina del deporte, ya que podemos estar ante una
anemia.
Dolores
articulares: Suplementos tales como el ácido hialurónico,
el colágeno y ácidos Omega-3 tienen efectos antiinflamarios y de
protección de las articulaciones.
Calambres:
La causa exacta todavía se desconoce, si bien es cierto que existen
ciertas situaciones que pueden conducir a ellos: fatiga (uso excesivo
de un músculo en concreto), deshidratación, no estar en forma,
falta de electrolitos -por ejemplo, sodio, potasio, magnesio- en su
dieta o pérdida de éstos, por ejemplo a través del sudor.
Insuficiente riego sanguíneo en los músculos, altas temperaturas en
el momento en el que se realiza el ejercicio físico, técnica de
ejercicio deficiente... Por todo esto, es muy importante una buena
hidratación con electrolitos (bebidas isotónicas) que nos ayuden a
reponer los perdidos con el sudor.
Recuperación:
Los atletas deben comenzar a consumir líquidos y carbohidratos
inmediatamente después del ejercicio, para ayudar a que el cuerpo
reemplace los fluidos perdidos en el sudor y recuperar las reservas
de glucógeno muscular. Los aminoácidos ramificados y las proteínas
pueden acelerar la síntesis de proteínas en los músculos después
del ejercicio. Es muy importante reemplazar el agua y los
electrolitos, especialmente el sodio durante y después del
ejercicio, para reducir la deshidratación, estabilizar el volumen
sanguíneo.