miércoles, 20 de julio de 2016

MITOS EN LA NUTRICIÓN DEPORTIVA

¿Hay una dieta mágica para hacer ejercicio? Es la pregunta que suele repetirse entre las personas que practican deporte, ya sea las que comienzan o las que están inmersas en una rutina.



La verdad es que hay muchísimos mitos porque hay muchísimas tendencias. Uno de los principales problemas es que la gente no entiende cómo funciona su cuerpo .El deportista identifica los alimentos buenos y los malos, pero como no conoce las necesidades de su cuerpo no sabe qué consumir antes, durante y después del ejercicio .

1.- Hay una dieta perfecta
La fórmula 60-20-20 parece ser la más recomendada por los especialistas para las personas que hacen ejercicio, sin embargo no se puede tomar como algo absoluto. Los 60% de carbohidratos, 20% de grasas y 20% de proteínas puede ser la receta ideal para un individuo, pero para otro le puede convenir la de 40-30-30. Estas variables pueden también ser muy diferentes dependiendo de la cantidad de entrenamiento y el tipo de ejercicio que se realiza.

2.- Son necesarias las proteínas justo después del ejercicio
Las células del cuerpo tienen una mayor capacidad de asimilar nutrientes post ejercicio, pero la recomendación es que se debe suplementar durante todo el día un aporte de proteínas controlado y sostenido.Otro elemento es que las personas también tienen diferentes niveles de tolerancia para las proteínas, que además del elemento genético va cambiando por el tipo de ejercicio y la intensidad con que se practica.

3. Se debe comer mucha pasta y carbohidratos
No por comer se va a crear más músculo. Lo que se debe cubrir son todas las necesidades nutricionales de los músculos durante el entrenamiento ya que no por comer más hidrato de carbono o proteínas el músculo va a crecer más. En las sesiones de ejercicios cortas y con poca intensidad no se agotan totalmente los niveles musculares de glucógeno. La carga de carbohidratos sólo va a ser útil en situaciones en las que las reservas de glucógeno se agotan, es decir, cuando se exige al cuerpo más de 90 minutos o de mucha intensidad.

4. Cualquier bebida energética sirve
Hay muchas diferencias que hace que un producto sea más efectivo para un deporte o para determinado individuo, sin descartar que el agua es en general el único líquido que necesita la mayoría de las personas que hacen ejercicio de forma moderada.

5. Puedo comer de todo
El deporte en sí no permite que una persona pueda comer de todo.
Mucho se habló de la dieta del nadador Michael Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos, durante sus años de competición. Sándwiches de huevos fritos, panqueques, tortillas, cebollas fritas, pasta, pizzas, bebidas energizantes... En fin, combinaciones que no suelen ser muy saludables y que sumaban un total de 10.000 calorías por día, que podrían alimentar a cinco adultos.
Pero Phelps es un caso excepcional.

A nivel de salud, si siguiese comiendo así a largo plazo, probablemente tendría que visitar a un cardiólogo de manera regular.

martes, 5 de julio de 2016

LA PASTA (CON MODERACIÓN) NO ENGORDA

Con tomate, al pesto, a la carbonara,... los amantes de la pasta están de enhorabuena. Al contrario, las personas que comen pasta con moderación -unos 50 gramos de media al día- tienden a estar más delgadas y en forma que aquellas que limitan su consumo.
El consumo de pasta no está relacionado con un mayor peso corporal sino que al contrario de lo que se ha pensado siempre, quien come pasta habitualmente tiene un IMC más bajo y menor circunferencia abdominal, sobre todo si se es mujer.
Pero esto no significa que la pasta contenga la fórmula mágica para estar delgados. El porqué es mucho más simple. "Muchas personas evitan comer pasta porque creen que engorda y la sustituyen por otros alimentos mucho menos saludables como por ejemplo las carnes rojas".





Mejor si es 'al dente'

Lo importante es saber qué tipo de pasta y cómo comerla. La cocción es importante. Por ejemplo la pasta al dente tiene un índice glucémico más bajo que la pasta más cocida. También los spaghetti tienen un índice glucémico menor que la pasta 'corta' -fusilini, macarrones, etc.--. Pero lo más importante es comerla como se hace en la dieta mediterránea acompañada de tomate, verduras y un poco de aceite de oliva.

Un estudio, publicado en la revista Nutrition and Diabetes, ha demostrado además que las personas con diabetes que consumen pasta como parte de la dieta mediterránea tienden a vivir más años. A menudo a los enfermos de diabetes se les prohíbe consumir carbohidratos, sin embargo, es necesario distinguir entre los distintos tipos de carbohidratos. "Existen carbohidratos complejos, como los que están presentes en la pasta o los cereales, y simples, que son los que se encuentran por ejemplo en el azúcar y los dulces. Éstos últimos son los que hay que evitar para tener una alimentación sana. Sin embargo los carbohidratos complejos de la pasta en el contexto de la dieta mediterránea, es decir, respetando la variedad de todos los elementos (frutas, verduras, pescado y carnes blancas), son beneficiosos.