Después de tres semanas de locura en la que las comilonas, las copas de
más, las pocas horas de sueño y los horarios se han convertido en parte de
nuestra rutina cotidiana, ha llegado el momento de desintoxicarnos y
volver a la normalidad. Nuestro cuerpo necesita un 'reseteo' para
deshacernos del exceso de grasas - kilos de más- y toxinas y así empezar el
nuevo año con nuestra mejor versión.
Incorpora el deporte en tu rutina diaria
Si lo de ir al 'gym' no es lo tuyo, no te desesperes, eso no significa que no
puedas hacer deporte o llevar una vida menos sedentaria. Puedes hacer una tabla
de ejercicios en casa y cambiar pequeños hábitos en tu día a día como por
ejemplo, bajar una parada antes del autobús, subir las escaleras y olvidarte
del coche por una temporada. Intenta caminar una hora al día y poco a poco ve
introduciendo ejercicios de mayor intensidad.
El desayuno, la comida más importante del día
Olvídate de la bollería en la primera comida del día. En tu desayuno
tiene que haber un equilibrio entre las vitaminas, proteínas y grasas. Pásate a
los alimentos integrales y o te olvides de tomar una pieza de fruta, un plátano
cortado en trozos con yogur y cereales es una opción saciante y muy sana con la
que ayudarás a tu organismo a recuperar la normalidad. Las semillas de
chía y el 'porridge' son otras dos alternativas para que estés llena
de energía toda la mañana.
Vigila los dulces
Con el turrón, los polvorones y el roscón ya has tenido suficientes dulces
durante esta temporada. Toca aliarse con alimentos bajos en grasas y
ricos en proteínas para que todo vuelva a su sitio. Si tienes antojo
de dulce pásate a las infusiones y media antes de acostarte, para evitar esa
tentación de última hora tómate un yogur o un vaso de leche desnatada, las
proteínas te mantendrán saciada el resto de la noche.
No abuses del
picoteo
Unas patatitas por
aquí, unas aceitunas por allá... La mayoría de los momentos en los que comemos
a deshoras son fruto del aburrimiento o incluso de la ansiedad. Un puñado de
patatas fritas tienen más calorías que un plato de verduras con pollo a la
plancha, seguro que si fueses consciente de todas las calorías que
ingieres con estos 'snacks' te lo pensarías dos veces antes de tomarlos. Si aun
así no puedes resistirte a lo de picar entre horas intenta que sean más
saludables, sustitúyelos por un puñado
de nueces o fruta. Te
quitarán el hambre, te mantendrán saciada y lograrán acabar con ese antojo.
Ojo con las
cañas y vinos
Lo de la tripita
cervecera no es ningún mito. Aunque numerosos estudios -como el de la Sociedad
Española de Nutrición Comunitaria (SENC)- incluyen la cerveza en la pirámide de
la alimentación saludable, el hecho de irte de cañas es un 'peligro' para tu
dieta, ¿o quién no se resiste a las tapitas y los pinchos de los bares? Eso no
significa que no puedes ir de 'afterwork', pero si de verdad quieres eliminar
los excesos navideños y no caer en la tentación tómate una pieza de fruta antes de ir y un gran vaso de agua antes de tu refresco,
con el estómago lleno todo se ve diferente.
Duerme lo
suficiente
No descansar engorda,
lo han revelado numerosos estudios en los últimos años, como el de la
Universidad de Pensilvania, que sugiere que la falta de sueño provoca un cambio
en la actividad cerebral que nos empuja a comer más grasas. Intenta dormir
entre siete u ocho horas a la semana,sin ese momento de 'reseteo' nuestro
cuerpo no tiene el tiempo suficiente para 'poner todo en orden'. Si necesitas
ayuda para relajarte y conciliar el sueño prueba la meditación. ¿Crees que no es lo tuyo? Concédete
un par de minutos cada día, sin ruidos ni nada que pueda desconcentrarte, para
vaciar tu mente, desconectar y visualizar qué es lo que realmente puedes
cambiar en tu vida.