miércoles, 5 de diciembre de 2018

Estos son los 5 errores más comunes en las comidas de Navidad !!!!




1.Comer y beber con ansiedad

No solo se come con ansiedad en momentos de estrés, sino también cuando hay efusividad o excesiva alegría. Esto se debe a que la sensación de hambre se puede ver modificada por cualquier tipo de estado emocional. El reunirnos con seres queridos es motivo de alegría y nos puede llevar a cometer excesos reflejados en frases como: “una ronda más para todos”.
Come con consciencia, y no por automatismo.

2.Beber en exceso

En caso de beber alguna bebida durante la cena, es importante saber que el alcohol es perjudicial para la salud, esto no tenemos que recordarlo. Si deseas beber una bebida alcohólica, trata de alternar tu copa de vino con un vaso de agua. Bebe agua para hidratarte, y la copa de vino, úsala para brindar o degustar la comida.

3.Comer en exceso

Comer excesiva cantidad de comida no es necesario. Probar todos los entrantes y platos principales no es negativo. Comer mucho de cada plato, durante todos los eventos navideños, sí que repercutirá en nuestro peso y composición corporal después de las navidades. Recordar que podéis probar de todo pero con moderación, si nunca tenéis la sensación de estar llenos y siempre podéis comer más, pensar detenidamente en ello, es posible que debamos consultar con el médico

4.Consumir muchos dulces

El aumento de consumo de dulces hace que dejemos de consumir otros productos más saludables. En esta época del año podemos encontrar frutos secos, fruta desecada como opciones saludables entre horas. Aportan muchísimas cualidades nutricionales, saciedad, fibra, proteínas, vitaminas, minerales, etc.

5. En Navidad todo vale

Pensar que, durante el periodo de navidad todo vale porque con los nuevos propósitos de año nuevo va a cambiar nuestros hábitos y nuestra composición corporal es un error. No pospongas, no te pongas la excusa del nuevo año, empieza ya.

¡Recordar que los cambios empiezan en uno mismo desde el minuto uno……..no dejes para el año que viene lo que puedas empezar a hacer hoy!

viernes, 10 de agosto de 2018

¿POR QUÉ NO CONSIGUES PERDER PESO?

Hartazgo porque haces una dieta detrás de otra y, después de pasar un hambre indescriptible y estar de mal humor logras poco o nada tu objetivo? ¿O lo logras pero tan rápido como bajas de kilos vuelves a subirlos? Está claro que hay cosas que estás haciendo mal. No son las dietas, eres tú que cometes errores. ¿Quieres saber cuáles son? 




1. Porque no te marcas un objetivo claro ni realista
Marcar un objetivo nos hace sentir más motivados. Con una meta, sentimos que nuestros esfuerzos valen la pena, ya que sabemos que tendrán una recompensa. Además, tener un objetivo claro nos ayudará en momentos de debilidad, eso sí, ha de ser lo suficientemente realista como para que no lo veamos inalcanzable. Lo más habitual es marcar la cantidad de kilos que se quieren perder, pero también podemos marcarnos entrar en ese vestido o moldear una parte del cuerpo de una determinada manera.

2. Acompáñate de un especialista
Existen dietas y dietas y no todas serán las indicadas para nuestro cuerpo. La dieta que tanto le funcionó a una amiga o que recomiendan en una revista puede no ser efectiva en nosotros ya que depende del metabolismo. ¿Dieta hipocalórica, proteica, disociada? Un especialista analizará tu cuerpo y sabrá decir qué plan nutricional es el indicado para ti. Además, el nutricionista llevará un seguimiento de tus avances y engañarle será muy difícil.

3. Porque la haces en solitario y te engañas a ti mismo
En algunos momentos, seguir una dieta puede convertirse en algo sufrido. Si empiezas tu dieta a la vez que un amigo, familiar o compañero de trabajo, seréis un apoyo el uno para el otro. Además, ver que tu compañero sigue bien la dieta hará que tú también te veas capaz y si asistís a eventos sociales juntos, no romper el plan será más fácil.

4. Porque te obsesionas
Marcar un objetivo es esencial, sin embargo, tampoco debemos obsesionarnos con los kilos. Es importante tomar consciencia de que hacemos la dieta por nosotros mismo, por nuestra salud y autoestima. Aunque pueda resultar difícil, intenta evitar las quejas continúas sobre la báscula y recuerda que lo importante es verte y sentirte bien y apreciar las pequeñas mejoras, como poder volverte a poner ese top o pantalón que se te había quedado pequeño.

5. Porque, una vez alcanzado tu objetivo, la dejas de golpe
El temido efecto yoyó. Hay dietas, como la proteica, en la que se prescinde de ciertos alimentos para que el cuerpo queme la grasa que nos sobra de forma natural. Al acabar la dieta e incorporar dichos alimentos se puede dar un efecto rebote. La clave está en no reincorporarlos todos de golpe, hacerlo poco a poco y siguiendo los consejos del nutricionista.

jueves, 14 de junio de 2018

Adelgazo, engordo, adelgazo, engordo: ¿por qué es tan difícil romper el ciclo?

Una de cada tres personas en el mundo tiene sobrepeso y millones se la pasan (pasamos) haciendo dietas. Pero el 80 % de los que logramos bajar de peso, con el tiempo lo volvemos a ganar. 


¿Qué nos está engordando?
Estos son algunos de los factores clave que influyen en el aumento de peso.
Evolución Hemos desarrollado señales fuertes para el apetito, pero respuestas débiles para la satisfacción.
Hábitos El 40% de nuestra conducta es subconsciente.
Hormonas Cuando perdemos peso, nuestro cuerpo intenta compensar intensificando la producción de las hormonas del apetito. El nivel de la hormona del hambre grelina aumenta en un 20 % hasta 40 semanas después de la pérdida de peso, mientras que el de las hormonas que suprimen el hambre es más bajo.
Entorno Las ofertas especiales están por todas partes: cuanto más compramos, más comemos.
Actitud A menudo, un sólo desliz hace que abandonemos la dieta. En lugar de aceptar uno que otro revés, comemos aún más, lo que desencadena el mismo resultado que estábamos tratando de evitar.
Nuestra memoria graba rápidamente los hábitos y los conserva, en particular aquellos establecidos en la infancia y los que tienen relación la comida.
Estos patrones permanecen en el subconsciente y los repetimos sin pensar, de una manera similar a montar en bicicleta o tocar un instrumento musical.
Los antojos y nuestros viejos hábitos nos invaden la mente y volvemos a caer en el ciclo.
Si queremos bajar de peso y no recuperarlo, hay que romper nuestras malas relaciones con los alimentos y crear unas más saludables.
Trucos para volverse adicto a lo bueno
Los buenos hábitos pueden ser tan adictivos como los malos.
Una vez programes nuevos comportamientos y estos se vuelvan rutinarios, mantener tu peso ideal será mucho más fácil.
Estos consejos te pueden ayudar.
Reglas: la pérdida de peso implica la creación de reglas para ti mismo. Si las cumples durante el tiempo suficiente, se convertirán en nuevos hábitos saludables.
Mantener el control: una vez hayas alcanzado tu peso ideal puedes aumentar la cantidad de comida, pero sin descuidarte. Si comes más un día, recorta el siguiente.
Pesarse periódicamente: fija tu peso y no te excedas en más de un kilogramo. Si ganas peso de nuevo, vuelve a bajarlo.
Darse tiempo: trata de perder de peso durante un período de tiempo, y luego ten un período de permanecer estable antes de volver a intentar bajar más kilos.
Compromiso: en promedio se tarda uno o dos meses para formar un hábito, pero esto puede variar mucho entre las personas, desde 18 a 254 días.
Repetir, repetir, repetir: la consistencia forma hábitos y hace que se peguen. Recuerda que comer de forma saludable es un cambio de estilo de vida, no una dieta.
Aleja la tentación: saca de tu casa los alimentos poco saludables. Reemplázalos con alimentos que combaten la enfermedad, tales como frutas y verduras.
A moverse: la cantidad más pequeña de ejercicio es beneficiosa.
¿Tus amigos te engordan?: trata de pasar tiempo con personas que tienen los hábitos que deseas adquirir.
Probar, probar y probar de nuevo: es común tener recaídas así que acepta la imperfección. Si rompes tu dieta o rutina, retómala tan pronto como sea posible.

jueves, 19 de abril de 2018

15 productos "sanos y baratos" de Mercadona !!

El 80% de los alimentos del supermercados son ultraprocesados .
¿Y qué es un ultraprocesado?
“Alimentos que han sufrido un procesamientos donde se les añade, retira, mezcla, texturiza una serie de ingredientes de baja calidad y/o donde el propio procesamiento disminuye su calidad. Esto se traduce en un producto que se vende como alimento, pero que fisiológicamente en nuestro organismo tiene efectos perjudiciales en menor o mayor medida” 


1. Habas frescas y congeladas. Una opción es hacerlas revueltas con huevo y verduras.
2. Berenjenas. Pueden hacerse a la plancha y especiadas.
3. Maíz. Para hacer palomitas y ver una película.
4. Coco rallado. Si hay antojo de dulce, se puede saciar haciendo unas galletas realfooders y añadiendo el toque de coco.
5. Crema de calabaza. Buena, bonita y barata. Esta crema puede salvar algún almuerzo improvisado o alguna cena rápida.
6. Tofu. Carlos Ríos sugiere añadírselo a ensaladas, salteados de verduras o arroces para aportar proteína vegetal.
7. Jamón sin aditivos. Este producto es solo es jamón y sal, no lleva nitratos. Es "de los pocos que sean envasados que he encontrado así", afirma el nutricionista. Es una buena opción para alguna tostada -de pan realfooder, eso sí- con AOVE y tomate.
8. Mojama de atún.
9. Espirales de lenteja. No sirve como legumbre en sí, pero es un buen sustituto de la pasta normal.
10. Macarrones de trigo sarraceno. Otra opción de pasta para intolerantes al gluten, que además conllevan un buen aporte de fibra. 
11. Palmito. Para añadir a ensaladas.
12. Filetes de sardinas. Es un pescado con poco mercurio y mucho omega 3.
13. Arándanos congelados. Son más baratos que los frescos y pueden convertirse en tu básico para los desayunos y meriendas.
14. Romero. Un genial acompañante para aderezar carnes a la plancha, porque le da más sabor y tiene, además, aporte antioxidante.
15. Frutos secos naturales. Son mejores que los tostados, aunque ambos son buenas opciones.

jueves, 8 de marzo de 2018

¿ POR QUÉ NO CONSIGUES ADELGAZAR?

Te pasas la vida a dieta y te pegas unas palizas en el gimnasio que dejan destrozado pero no consigues adelgazar. No te vuelvas loco. Tu caso no es único. Puede que, quizás, estés cometiendo alguno de estos errores. ¡Toma nota!




 

Comes mal

Por un día no pasa nada pero, si detrás viene otro, la cosa se nos va de las manos. Alimentos procesados, grasas malas (mantequilla, embutidos o aceite de palma), azúcares, harinas refinadas, etc dejarán rastro en tu anatomía, por dentro y por fuera. Ya sabes: un instante de placer en la boca se convierte en una eternidad en sus michelines. ¡Elige bien!

 

Entrenas a lo loco

Matarse a hacer abdominales no es la solución. Tampoco torturarse con eternas sesiones de ejercicio cardiovascular que acabarán con nuestra moral y nuestras articulaciones. Si realmente pretendemos perder grasa localizada tenemos que ponernos en manos de profesionales que nos diseñen un plan a nuestra medida, racional y flexible.

 

No duermes lo suficiente

Cuanto menos durmamos, más engordaremos. Eso es lo que han demostrado diversos estudios como el realizado en 2004 por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) en el que se puso de relieve que, con la falta de descanso se incrementan los niveles de la hormona que dispara el hambre la grelina, mientras disminuye los de la que nos hace sentir saciados, la leptina.

 

Estás de los nervios

Para compensar el estrés, liberamos una hormona llamada cortisol que, resumiendo mucho, lo que hace es aumentar los niveles de azúcar en sangre y está directamente relacionado con un aumento de la producción de grasa en la zona abdominal. Así que...¡relájate!

viernes, 16 de febrero de 2018

LA ALIMENTACIÓN SE ADELANTA AL EJERCICIO SI SE QUIERE ADELGAZAR MÁS RÁPIDO



Dos son los caminos inequívocos que llevan al cuerpo a estar en forma: comer bien y hacer ejercicio. Pero la cuestión se complica cuando se trata de ponderar su efectividad en la pérdida de peso.
Por ejemplo, si tuviésemos que bajar 500 calorías diarias para hacer un ajuste de kilos existirían dos opciones.
-Por una parte, se podría limitar la ingesta de alimentos. En comida, la cifra mencionada la suman 100 gramos de una barrita energética (350 kcal.) y el equivalente en tortilla francesa (150 kcal).
-Otra opción sería quemar dichas calorías con ejercicio de baja intensidad tendríamos que caminar durante tres o cuatro horas y algo más de una hora y media con una variedad más intensa como correr.

Lo más rápido, comer menos
Un estudio publicado en The American Journal of Clinical Nutrition destacó que las dietas proteicas y los suplementos alimenticios eran la forma más efectiva de mantener el peso tras una restricción calórica, en comparación con el ejercicio.
Otra investigación sobre la relación entre masa corporal y la actividad física en niños concluyó que llevar una vida activa no determina que no exista sobrepeso. Lo que indica que al comer menos y mejor, el peso disminuye.
Los resultados comienzan a percibirse desde el momento en que se inicia el cambio de hábitos. Las digestiones mejoran y el aumento de la vitalidad son algunos de los primeros síntomas.

Alimentación y ejercicio, “La pareja perfecta “
En dietas a largo plazo, por encima de los 12 meses, lo más efectivo es combinar la alimentación con el deporte. El hecho de unirlos mejorará la pérdida de peso. El ejercicio ayuda a restar grasa corporal. Además mejora la forma física general y la salud.

jueves, 11 de enero de 2018

MANDAMIENTOS "DETOX" DESPUÉS DE LA NAVIDAD



Después de tres semanas de locura en la que las comilonas, las copas de más, las pocas horas de sueño y los horarios se han convertido en parte de nuestra rutina cotidiana, ha llegado el momento de desintoxicarnos y volver a la normalidad. Nuestro cuerpo necesita un 'reseteo' para deshacernos del exceso de grasas - kilos de más- y toxinas y así empezar el nuevo año con nuestra mejor versión.

Incorpora el deporte en tu rutina diaria
Si lo de ir al 'gym' no es lo tuyo, no te desesperes, eso no significa que no puedas hacer deporte o llevar una vida menos sedentaria. Puedes hacer una tabla de ejercicios en casa y cambiar pequeños hábitos en tu día a día como por ejemplo, bajar una parada antes del autobús, subir las escaleras y olvidarte del coche por una temporada. Intenta caminar una hora al día y poco a poco ve introduciendo ejercicios de mayor intensidad.
El desayuno, la comida más importante del día
Olvídate de la bollería en la primera comida del día. En tu desayuno tiene que haber un equilibrio entre las vitaminas, proteínas y grasas. Pásate a los alimentos integrales y o te olvides de tomar una pieza de fruta, un plátano cortado en trozos con yogur y cereales es una opción saciante y muy sana con la que ayudarás a tu organismo a recuperar la normalidad. Las semillas de chía y el 'porridge' son otras dos alternativas para que estés llena de energía toda la mañana.

Vigila los dulces
Con el turrón, los polvorones y el roscón ya has tenido suficientes dulces durante esta temporada. Toca aliarse con alimentos bajos en grasas y ricos en proteínas para que todo vuelva a su sitio. Si tienes antojo de dulce pásate a las infusiones y media antes de acostarte, para evitar esa tentación de última hora tómate un yogur o un vaso de leche desnatada, las proteínas te mantendrán saciada el resto de la noche.

No abuses del picoteo
Unas patatitas por aquí, unas aceitunas por allá... La mayoría de los momentos en los que comemos a deshoras son fruto del aburrimiento o incluso de la ansiedad. Un puñado de patatas fritas tienen más calorías que un plato de verduras con pollo a la plancha, seguro que si fueses consciente de todas las calorías que ingieres con estos 'snacks' te lo pensarías dos veces antes de tomarlos. Si aun así no puedes resistirte a lo de picar entre horas intenta que sean más saludables, sustitúyelos por un puñado de nueces o fruta. Te quitarán el hambre, te mantendrán saciada y lograrán acabar con ese antojo.

Ojo con las cañas y vinos
Lo de la tripita cervecera no es ningún mito. Aunque numerosos estudios -como el de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC)- incluyen la cerveza en la pirámide de la alimentación saludable, el hecho de irte de cañas es un 'peligro' para tu dieta, ¿o quién no se resiste a las tapitas y los pinchos de los bares? Eso no significa que no puedes ir de 'afterwork', pero si de verdad quieres eliminar los excesos navideños y no caer en la tentación tómate una pieza de fruta antes de ir y un gran vaso de agua antes de tu refresco, con el estómago lleno todo se ve diferente.

Duerme lo suficiente

No descansar engorda, lo han revelado numerosos estudios en los últimos años, como el de la Universidad de Pensilvania, que sugiere que la falta de sueño provoca un cambio en la actividad cerebral que nos empuja a comer más grasas. Intenta dormir entre siete u ocho horas a la semana,sin ese momento de 'reseteo' nuestro cuerpo no tiene el tiempo suficiente para 'poner todo en orden'. Si necesitas ayuda para relajarte y conciliar el sueño prueba la meditación. ¿Crees que no es lo tuyo? Concédete un par de minutos cada día, sin ruidos ni nada que pueda desconcentrarte, para vaciar tu mente, desconectar y visualizar qué es lo que realmente puedes cambiar en tu vida.