Una de cada tres personas en el mundo
tiene sobrepeso y millones se la pasan (pasamos) haciendo dietas.
Pero el 80 % de los que logramos bajar de peso, con el tiempo lo
volvemos a ganar.
Estos son algunos de los factores clave que influyen en el aumento de peso.
Evolución Hemos
desarrollado señales fuertes para el apetito, pero respuestas
débiles para la satisfacción.
Hábitos El 40% de
nuestra conducta es subconsciente.
Hormonas Cuando
perdemos peso, nuestro cuerpo intenta compensar intensificando la
producción de las hormonas del apetito. El nivel de la hormona del
hambre grelina aumenta en un 20 % hasta 40 semanas después de la
pérdida de peso, mientras que el de las hormonas que suprimen el
hambre es más bajo.
Entorno Las ofertas
especiales están por todas partes: cuanto más compramos, más
comemos.
Actitud A menudo, un
sólo desliz hace que abandonemos la dieta. En lugar de aceptar uno
que otro revés, comemos aún más, lo que desencadena el mismo
resultado que estábamos tratando de evitar.
Nuestra memoria graba rápidamente los hábitos y los conserva, en
particular aquellos establecidos en la infancia y los que tienen
relación la comida.Estos patrones permanecen en el subconsciente y los repetimos sin pensar, de una manera similar a montar en bicicleta o tocar un instrumento musical.
Los antojos y nuestros viejos hábitos nos invaden la mente y volvemos a caer en el ciclo.
Si queremos bajar de peso y no recuperarlo, hay que romper nuestras malas relaciones con los alimentos y crear unas más saludables.
Trucos para volverse adicto a lo bueno
Los buenos hábitos pueden ser tan adictivos como los malos.
Una vez programes nuevos comportamientos y estos se vuelvan rutinarios, mantener tu peso ideal será mucho más fácil.
Estos consejos te pueden ayudar.
Reglas: la pérdida de peso implica la creación de reglas para ti mismo. Si las cumples durante el tiempo suficiente, se convertirán en nuevos hábitos saludables.
Mantener el control: una vez hayas alcanzado tu peso ideal puedes aumentar la cantidad de comida, pero sin descuidarte. Si comes más un día, recorta el siguiente.
Pesarse periódicamente: fija tu peso y no te excedas en más de un kilogramo. Si ganas peso de nuevo, vuelve a bajarlo.
Darse tiempo: trata de perder de peso durante un período de tiempo, y luego ten un período de permanecer estable antes de volver a intentar bajar más kilos.
Compromiso: en promedio se tarda uno o dos meses para formar un hábito, pero esto puede variar mucho entre las personas, desde 18 a 254 días.
Repetir, repetir, repetir: la consistencia forma hábitos y hace que se peguen. Recuerda que comer de forma saludable es un cambio de estilo de vida, no una dieta.
Aleja la tentación: saca de tu casa los alimentos poco saludables. Reemplázalos con alimentos que combaten la enfermedad, tales como frutas y verduras.
A moverse: la cantidad más pequeña de ejercicio es beneficiosa.
¿Tus amigos te engordan?: trata de pasar tiempo con personas que tienen los hábitos que deseas adquirir.
Probar, probar y probar de nuevo: es común tener recaídas así que acepta la imperfección. Si rompes tu dieta o rutina, retómala tan pronto como sea posible.
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