viernes, 10 de agosto de 2018

¿POR QUÉ NO CONSIGUES PERDER PESO?

Hartazgo porque haces una dieta detrás de otra y, después de pasar un hambre indescriptible y estar de mal humor logras poco o nada tu objetivo? ¿O lo logras pero tan rápido como bajas de kilos vuelves a subirlos? Está claro que hay cosas que estás haciendo mal. No son las dietas, eres tú que cometes errores. ¿Quieres saber cuáles son? 




1. Porque no te marcas un objetivo claro ni realista
Marcar un objetivo nos hace sentir más motivados. Con una meta, sentimos que nuestros esfuerzos valen la pena, ya que sabemos que tendrán una recompensa. Además, tener un objetivo claro nos ayudará en momentos de debilidad, eso sí, ha de ser lo suficientemente realista como para que no lo veamos inalcanzable. Lo más habitual es marcar la cantidad de kilos que se quieren perder, pero también podemos marcarnos entrar en ese vestido o moldear una parte del cuerpo de una determinada manera.

2. Acompáñate de un especialista
Existen dietas y dietas y no todas serán las indicadas para nuestro cuerpo. La dieta que tanto le funcionó a una amiga o que recomiendan en una revista puede no ser efectiva en nosotros ya que depende del metabolismo. ¿Dieta hipocalórica, proteica, disociada? Un especialista analizará tu cuerpo y sabrá decir qué plan nutricional es el indicado para ti. Además, el nutricionista llevará un seguimiento de tus avances y engañarle será muy difícil.

3. Porque la haces en solitario y te engañas a ti mismo
En algunos momentos, seguir una dieta puede convertirse en algo sufrido. Si empiezas tu dieta a la vez que un amigo, familiar o compañero de trabajo, seréis un apoyo el uno para el otro. Además, ver que tu compañero sigue bien la dieta hará que tú también te veas capaz y si asistís a eventos sociales juntos, no romper el plan será más fácil.

4. Porque te obsesionas
Marcar un objetivo es esencial, sin embargo, tampoco debemos obsesionarnos con los kilos. Es importante tomar consciencia de que hacemos la dieta por nosotros mismo, por nuestra salud y autoestima. Aunque pueda resultar difícil, intenta evitar las quejas continúas sobre la báscula y recuerda que lo importante es verte y sentirte bien y apreciar las pequeñas mejoras, como poder volverte a poner ese top o pantalón que se te había quedado pequeño.

5. Porque, una vez alcanzado tu objetivo, la dejas de golpe
El temido efecto yoyó. Hay dietas, como la proteica, en la que se prescinde de ciertos alimentos para que el cuerpo queme la grasa que nos sobra de forma natural. Al acabar la dieta e incorporar dichos alimentos se puede dar un efecto rebote. La clave está en no reincorporarlos todos de golpe, hacerlo poco a poco y siguiendo los consejos del nutricionista.

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