miércoles, 19 de octubre de 2016

¿Cómo saber si nuestro peso es el adecuado?

Estas son las cuatro medidas:



1. La de su cintura
La zona del vientre es el lugar donde más se acumula la grasa. En concreto la visceral, el tipo más peligroso, porque rodea los órganos del abdomen lo que puede favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares. La medición de la cintura es un “muy buen criterio para determinar la cantidad de grasa visceral que tiene una persona”. Pero, ¿cómo lo hacemos?
Es muy sencillo: colocar la cinta métrica alrededor de la cintura, justo por encima de los huesos de la cadera, en torno al ombligo. Lo que mida el diámetro será lo que determine el riesgo de padecer obesidad, con independencia de su distribución en el cuerpo. “Se considera perteneciente al grupo de riesgo a los varones cuya circunferencia de cintura supere los 102 centímetros de diámetro y las mujeres que superen los 88 centímetros”

2. La de su pulso cardiaco

A pesar de que el pulso cardiaco depende de cada persona y de factores como la edad, el género o la composición corporal, la frecuencia cardiaca indica su estilo de vida. Mantenerse en la franja de normalidad (entre 60 y 100 latidos por minuto) es un indicador de salud. Para encontrar el pulso, ponga dos dedos por encima de su muñeca o en el cuello.

3. La de su grasa corporal

El porcentaje de grasa corporal es la cantidad de esta sustancia que se tiene con respecto al peso total. Los expertos coinciden en que es un indicador mucho más acertado que el IMC para determinar el sobrepeso. Se mide con un aparato que utiliza las fórmulas matemáticas desarrolladas por Hodgon y Beckett para evaluar las variables de grasa, masa muscular y masa grasa de una persona y calcular así el porcentaje total de la grasa corporal.

4. La de su tasa metabólica basal


Este indicador revela la cantidad mínima de energía que requiere el organismo para mantenerse vivo en condiciones de reposo y a temperatura ambiente. La tasa metabólica basal tiene en cuenta la altura, el peso, sexo, nivel de actividad y edad, y se mide con un aparato de calorimetría indirecta, un instrumento que evalúa cuál es el consumo de calorías de una persona cuando no realiza ninguna actividad. "Un gasto energético mayor implica una menor tendencia a engordar, puesto que el cuerpo tiene la capacidad de eliminar calorías sin un gran esfuerzo". Este indicador se utiliza para establecer dietas y rutinas de entrenamiento que dependan de la tasa metabólica de cada persona.

martes, 11 de octubre de 2016

¿ESTAS ENGORDANDO O SIMPLEMENTE MÁS HINCHADA?

 El aumento de peso no sucede de la noche a la mañana, pero a veces parece que sí. Un día podrías ponerte tus pantalones favoritos y descubrir que simplemente ya no te quedan. ¿Estás subiendo de peso, o sólo estás inflamada? Aunque estés deseando por la última, hay un pequeño cuestionario que podría resolver todas tus dudas.


¿Mi estilo de vida ha cambiado? Antes que nada, deberías reflexionar si el aumento de peso es siquiera una posibilidad. ¿Han cambiado tus patrones de alimentación? ¿Ejercicio? ¿Niveles de estrés? Incluso los cambios más pequeños (como dormir una hora menos) pueden afectar tu peso.
¿Cómo me veo en la mañana? Cuando te despiertes, vete en un espejo. No con una actitud criticona, sino con una perspectiva de ver cómo está funcionando tu cuerpo. Lo que pasa es que, al despertar, nuestra comida ya no está en nuestro estómago, sino en los intestinos, así que es casi imposible sentirse inflamada. Si te ves en el espejo, y aún así te ves más “llenita” que la noche anterior, seguramente estás inflamada.
¿Cómo me veo antes de comer? La inflamación suele suceder después de las comidas y cambios durante el día. Así que, si te sientes muy llena e inflamada después de comer, seguro esa sensación desaparecerá poco a poco.
¿Ya mero se acerca mi menstruación? Ah, por supuesto, tu menstruación puede ser la culpable. Durante tu ciclo menstrual, suceden muchos cambios hormonales, especialmente de estrógeno y progesterona, los cuales pueden provocar retención de líquidos. Y eso desaparecerá poco a poco también.
¿Dónde está el peso? Cuando subes de peso, raramente se concentra en un área. Se expande en el estómago, muslos, pompas, brazos, rostro, etc. Aunque lo notarás primero en una zona en específico, la inflamación sólo sucede en el abdomen.
¿Cuándo fue la última vez que fui al baño? Si no has evacuado, tu cuerpo se sentirá más pesado. Y también puede expandir tu estómago… aunque no lo creas. ¿Estreñida? No te preocupes, no estás subiendo de peso, tal vez sólo estés inflamada.

¿De qué color es mi orina? Tu orina debería ser de un color “limonada” claro. No necesita ser blanco ni muy amarillo. Si está casi naranja, estás deshidratada, lo cual podría indicar inflamación. Y si tu orina es muy clara, casi transparente, es porque estás tomando mucha agua.

miércoles, 5 de octubre de 2016

FRUTAS QUE AYUDAN A REJUVENECER

Recuerda que las frutas contienen una alta cantidad de vitaminas, antioxidantes y minerales que no sólo resultan fundamentales para el cuerpo cuando son consumidas, sino que también aportan grandes beneficios a la hora de ser usadas como mascarillas sobre la piel.



1.- Plátano. Esta fruta es rica en potasio y magnesio, por lo que es muy favorable para el rejuvenecimiento de la piel. Recuerda que el plátano también contiene vitaminas A, B y E, cada una de estas actúa como antioxidante en el cuerpo.

2.- Limón. Este cítrico aporta en el proceso de la restauración de la piel, pues contiene altos porcentajes de vitamina C, sin contar que es muy económico. 

3.- Naranja. Esta fruta se ha convertido en uno de los productos de belleza más usados en los últimos tiempos, pues aporta una gran cantidad de colágeno; el cual ayuda a mantener nuestra piel joven y tersa.


4.- Papaya. Esta fruta es rica en antioxidantes, su consumo nos ayuda a mejorar la digestión y así eliminar sustancias que ya no necesitamos, por lo que obtendremos de tal manera un cuerpo más sano. Además recuerda que la papaya contiene una sustancia llamada papaína, la cual elimina las impurezas y células muertas del cuerpo, y a su vez recupera las dañadas; si es aplicada sobre la piel se obtienen enormes beneficios con la recuperación y eliminación de tejidos muertos.