viernes, 15 de abril de 2016

¿SON LAS GALLETAS "DIGESTIVE" REALMENTE DIGESTIVAS?

La teoría sobre su acción digestiva ha perdido fuerza, tanto como para que los mismos fabricantes adviertan en las cajas de distintas marcas que "la palabra 'Digestive' no significa que la galleta contenga características dietéticas digestivas". Información que pasa desapercibida. El profesor de marketing del IESE Business School, Xavier Oliver afirma: "Por lo general, no confunde al consumidor, la gente no las compra porque sean digestivas, es ya un nombre genérico. Podría ser que en algunos casos su nombre influya, pero sería extraño que alguien llegue a un supermercado y busque galletas para digerir bien". Añade que lo que sí genera desconcierto es el exceso de información y de legislación.
La presidenta del Consejo General de Dietistas y Nutricionistas (CGDN) Alma Palmau, señala que lo único que aportan las galletas a nuestra dieta son "grandes cantidades de azúcares y grasas (normalmente poco saludables), mucha energía en poco volumen, y con bajo aporte de vitaminas y minerales". Lucía Martínez, dietista, nutricionista  añade: "Son un alimento de consumo ocasional o prescindible. Depende también de los demás extras que cometemos a la semana y del deporte que practiquemos, pero siempre teniendo en cuenta que no deberíamos consumir alimentos insanos con frecuencia, dos veces a la semana como mucho".



La cantidad de sodio de las galletas Digestive es elevada: 0,7 gramos por cada 100; la OMS no recomienda exceder los dos al día.
Los fabricantes de la UE no están obligados a detallar en el etiquetado el origen botánico de las grasas vegetales, pero tras ser sometidas a análisis en laboratorios se puede afirmar que los aceites vegetales con los que se elaboran las galletas 'Digestive' son de girasol alto oleico y palma.
Su contenido en fibra varía en función del fabricante, las que más contienen rondan los cuatro o seis gramos por cada seis galletas (470 calorías aproximadamente).

No hay comentarios:

Publicar un comentario