martes, 7 de febrero de 2017

La solución al efecto rebote

Una vez que se ha perdido el peso deseado o que la persona se ha estancado y no consigue mover ni un número de la báscula, es el momento de empezar la dieta inversa. ¿Cómo? Aumentando progresivamente las calorías hasta volver a las que comíamos antes de empezar la dieta. De esta manera, damos tiempo al metabolismo a recuperar su ritmo normal. 


"Nuestro principal regulador energético es el hipotálamo, una glándula que interviene en la liberación de la leptina y hormonas de tiroides, los principales agentes que controlan el metabolismo, la quema de grasa y el apetito. Por tanto, hay que entender que elegir bien los alimentos que formarán parte del menú será determinante para nuestro sistema hormonal, así como la manera de ajustar las cantidades".
Estos son algunos consejos prácticos para adelgazar sin pasar hambre.
  1. Controla la leptina. Cuando se mantiene durante mucho tiempo una dieta hipocalórica los niveles de esta hormona caen, aumentando el apetito y disminuyendo el metabolismo. "Incluye algún día alto en hidratos de carbono. Esto ayudará a aumentar los niveles de leptina y a prevenir el efecto rebote al terminar la dieta”.
  2. Consume alimentos ricos en proteína y fibra. Cualquier plan de alimentación que genere hambre genera rechazo. Se recomienda introducir alimentos que ayuden a reducirla, como carnes, vegetales o fruta entera.
  3. Reduce los alimentos procesados. Estos, junto a los cereales refinados, reducen la sensibilidad a la leptina en el cerebro, causando desajustes hormonales. "Comer azúcares nos produce más ganas de volver tomarlos, y se entra en un bucle que acaba en sobrepeso".
  4. Come menos veces al día: Las dietas con comidas cada pocas horas suelen tener un efecto contrario del que persiguen. Generan constantemente picos de insulina. De hecho existe fundamento científico que respalde que hacer cinco comidas diarias sea más efectivo que hacer dos o tres.

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